Egoitz Mora tiene tan sólo 28 años pero lleva ya 25 años practicando el judo. Su último desafío ha sido la participación en la final del Campeonato de España que tuvo lugar en Ciudad Real, donde el judoka elgoibarrés se quedó a las puertas de subir al podio.
-¿Contento con su actuación en Ciudad Real?
-El resultado ha sido bastante bueno. Terminé en quinto lugar en la categoría de menos de 100 kilos, aunque tuve la ocasión de luchar por el bronce. En el primer combate derroté al representante catalán, campeón de España sub-23, después de nueve minutos de pelea. ¡Casi muero en el intento! En el segundo me tuve que medir al valenciano David Pérez, actual campeón de España, y me descalificaron por agarrarle del pantalón. Luego me tocó luchar contra el andaluz Aaron Rodríguez en la final de repesca para poder acceder al bronce, y conseguí derrotarlo con un ippon, a pesar de haber empezado perdiendo. En el combate por el bronce me enfrenté al navarro Santiago Díaz, que llegó a esta fase final como campeón de España, y caí derrotado. Para entonces estaba literalmente fundido por el esfuerzo.
-¿No llegó en su mejor momento?
-Mi rendimiento entró dentro de lo esperado. Para estar al máximo nivel hay que entrenar de cuatro a cinco horas al día, pero yo no tengo tiempo. El trabajo, el entrenamiento en el club con los niños y la familia me ocupan la mayor parte del tiempo, y apenas le puedo dedicar una hora u hora y media diaria a la preparación.
-A sus 28 años está en una edad en la que los judokas están en su mejor momento. La Olimpiada de Londres se encuentra a la vuelta de la esquina. ¿Se ve compitiendo en ella?
-Yo hace tiempo que decidí renunciar a estar a ese nivel. Después de ser campeón España sub-23 en dos ocasiones, podía haber optado por dedicarme en exclusiva al deporte. Competí a nivel internacional, con muy buenos resultados, y llegué a estar becado para ir a Madrid, pero era una apuesta muy arriesgada y preferí formarme y potenciar mi vida laboral.
-¿Qué hace falta para llegar a competir al máximo nivel?
-Tienes que tener una dedicación exclusiva si quieres estar arriba y participar en competiciones como las Olimpiadas. Hace falta mucho esfuerzo, así como el apoyo de los sponsors y suerte, mucha suerte. Conozco a algún compañero que siguió ese camino y todo le fue bien mientras obtuvo resultados, pero la fractura de una pierna cortó su progresión y se encontró con que los que le habían apoyado le dieron la espalda. Le dieron las gracias por los servicios prestados y lo abandonaron a su suerte.
-Usted empezó siendo un bebé y, ahora que ha sido padre, ¿ya está pensando en introducir a su hijo en el mundo del judo?
-Mi padre me inició en este deporte a los tres años. En lugar de llevarme a la guardería, me ponía sobre el tatami, ja, ja, ja. Yo, por mi parte, ya tengo ganas de que mi hijo, Anartz, empiece a andar. Nació el 26 de agosto, coincidiendo con la celebración del día del Baserritarra en Elgoibar, y apenas cuenta con seis meses, pero ya tiene un judogi (uniforme de judo) a su medida esperándole.
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