Fuente: http://www.laopiniondemalaga.es/todo-deporte/2011/11/13/cristina-casas-churriana-cima-judo/463621.html?utm_source=rss
El esfuerzo y la disciplina son dos características específicas de cualquier deportista de élite, algo que a la judoka malagueña Cristina Casas (19/07/1992) le sobra. La deportista lleva una temporada para enmarcar y el pasado domingo la culminó con una fantástica medalla de bronce en los Mundiales de Judo Júnior que se celebraron en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) y antes, en septiembre, logró la de plata en el Campeonato de Europa de Bélgica.
Este magnífico resultado es un gran colofón para la luchadora nacida en Churriana, ya que la temporada que viene dará el salto a la categoría sub´23. «La verdad es que no me esperaba lograr una medalla en el Mundial después de conseguir la del Campeonato de Europa, hacer doblete es algo muy difícil. Siempre vas a los torneos con la intención de llegar a lo más alto pero nunca se sabe», explica Cristina, que ahora se encuentra en su localidad natal disfrutando de unas merecidas vacaciones.
Pese a estar de descanso y rodeada de los suyos, la judoka ya tiene ganas de volver a la Blume (Centro de Alto Rendimiento de Madrid), donde reside, para ponerse a trabajar en la que será su nueva categoría. Cristina deberá coger 4 kilos de músculo para poder competir en esta categoría (el peso mínimo son 48 kilos) por lo que se verá sometida a un estricto plan de entrenamiento en el que prima los ejercicios anaeróbicos y una alimentación basada en los hidratos de carbono. «Lo más duro va a ser tener que hacer tantas pesas para coger el peso necesario. Pero es la única manera de ponerme al nivel de las competidoras en esta categoría, que es altísimo».
Casas lleva un año viviendo en la Blume, uno de los centros de alto rendimiento más prestigiosos de Europa, donde se prepara para conseguir su gran objetivo: disputar unos Juegos Olímpicos. «Ir a unas Olimpiadas es lo máximo a lo que aspira un deportista. No mentiría si digo que es mi objetivo pero quiero ir paso a paso. Ahora lo que toca es entrenar duro y prepararme para combates con chicas más grandes y luego veremos si estoy al nivel de luchar por cotas mayores».
Pero lo cierto es que, si nada se tuerce, Cristina estará por méritos propios en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Y no es baladí. Numerosos entrenadores internacionales se quedaron asombrados en Sudáfrica con el talento y la técnica de la luchadora churrianera. «Es cierto que muchos me han felicitado por mi judo, dicen de mí que tengo mucha facilidad a la hora de aprender y además manejo muchas técnicas diferentes. En el judo es fundamental adaptarte al estilo de lucha de tus oponentes».
Pese a la madurez y disciplina que demuestra, esta campeona no deja de ser una veinteañera que ha tenido que hacer muchos sacrificios en su vida para lograr situarse en la élite del judo internacional. El más difícil fue separarse de su familia hace un año para instalarse en Madrid.
«Echas mucho de menos a los tuyos, lo más duro fue tener que alejarme de mi familia y también perderme acontecimientos importantes como cumpleaños o bodas de amigos. Pero sé que también tengo que ser un poco egoísta para alcanzar mis objetivos. Cuando llega el sábado, miras atrás y ves que la semana de entrenamientos ha salido bien y que progresas, todo compensa». Mientras tanto, Cristina Casas seguirá desconectando con la fotografía, su otra gran pasión.
Este magnífico resultado es un gran colofón para la luchadora nacida en Churriana, ya que la temporada que viene dará el salto a la categoría sub´23. «La verdad es que no me esperaba lograr una medalla en el Mundial después de conseguir la del Campeonato de Europa, hacer doblete es algo muy difícil. Siempre vas a los torneos con la intención de llegar a lo más alto pero nunca se sabe», explica Cristina, que ahora se encuentra en su localidad natal disfrutando de unas merecidas vacaciones.
Pese a estar de descanso y rodeada de los suyos, la judoka ya tiene ganas de volver a la Blume (Centro de Alto Rendimiento de Madrid), donde reside, para ponerse a trabajar en la que será su nueva categoría. Cristina deberá coger 4 kilos de músculo para poder competir en esta categoría (el peso mínimo son 48 kilos) por lo que se verá sometida a un estricto plan de entrenamiento en el que prima los ejercicios anaeróbicos y una alimentación basada en los hidratos de carbono. «Lo más duro va a ser tener que hacer tantas pesas para coger el peso necesario. Pero es la única manera de ponerme al nivel de las competidoras en esta categoría, que es altísimo».
Casas lleva un año viviendo en la Blume, uno de los centros de alto rendimiento más prestigiosos de Europa, donde se prepara para conseguir su gran objetivo: disputar unos Juegos Olímpicos. «Ir a unas Olimpiadas es lo máximo a lo que aspira un deportista. No mentiría si digo que es mi objetivo pero quiero ir paso a paso. Ahora lo que toca es entrenar duro y prepararme para combates con chicas más grandes y luego veremos si estoy al nivel de luchar por cotas mayores».
Pero lo cierto es que, si nada se tuerce, Cristina estará por méritos propios en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Y no es baladí. Numerosos entrenadores internacionales se quedaron asombrados en Sudáfrica con el talento y la técnica de la luchadora churrianera. «Es cierto que muchos me han felicitado por mi judo, dicen de mí que tengo mucha facilidad a la hora de aprender y además manejo muchas técnicas diferentes. En el judo es fundamental adaptarte al estilo de lucha de tus oponentes».
Pese a la madurez y disciplina que demuestra, esta campeona no deja de ser una veinteañera que ha tenido que hacer muchos sacrificios en su vida para lograr situarse en la élite del judo internacional. El más difícil fue separarse de su familia hace un año para instalarse en Madrid.
«Echas mucho de menos a los tuyos, lo más duro fue tener que alejarme de mi familia y también perderme acontecimientos importantes como cumpleaños o bodas de amigos. Pero sé que también tengo que ser un poco egoísta para alcanzar mis objetivos. Cuando llega el sábado, miras atrás y ves que la semana de entrenamientos ha salido bien y que progresas, todo compensa». Mientras tanto, Cristina Casas seguirá desconectando con la fotografía, su otra gran pasión.
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