Cuatro niños mueren de promedio cada año en Japón en los entrenamientos de judo, una encuesta que preocua a las familias porque las artes marciales podría convertirse en una actividad obligatoria en las escuelas a partir de 2012.
La Asociación de Víctimas de accidentes de Judo de Japón pidió al gobierno nipón que establezca reglas de seguridad para las clases de judo de la Escuela. Desde 1983 al menos 110 jóvenes de judo han muerto durante los entrenamientos, revelan las estadísticas recopiladas por Ryo Uchida, profesor de la Universidad de Aichi. En 2009 y 2010, 13 niños murieron y el último caso ocurrió el noviembre pasado, y afectó a un niño de seis años, según informó un diario japonés.
Yoshihiro Murakawa, el fundador de la Asociación de Víctimas de accidentes de Judo de Japón, perdió a su sobrino con 12 años. Koji falleció en julio de 2009 tras permanecer un mes en coma. Según cuenta Murakawa, el niño, que sufría de asma, perdió la consciencia tras ser obligado por su profesor a seguir luchando sin descanso a pesar de su fatiga aparente.
Murakawa critica lo que él llama una cultura "militar" del judo que tolera "puñetazos y patadas". "Los niños, por temor a ser castigados, deben obedecer al entrenador y no se atreven a decir que están cansados", asegura.
Por su parte, Yasuhiko y Keiko Kobayashi, cuyo hijo de 15 años sufrió una grave lesión cerebral, culpa a las autoridades por no abrir una investigación sobre la repetición de accidentes en el mundo del judo. "Mientras que muchos niños han muerto, nadie ha acudido a los tribunales. Nadie ha asumido la responsabilidad", se lamenta el padre.
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