La capacidad de sacrificio de los deportistas no siempre es fácil de ver, pero sí algo más sencillo cuando se trata de aquellos que representan a deportes individuales. El judo es uno de ellos y una de sus mejores estandartes de los últimos años a nivel internacional es la burgalesa Esther San Miguel.
Esther ha pasado en este año 2010 que ya se acaba por el duro trance de tener que visitar un quirófano en dos ocasiones distintas, una el pasado mes de marzo y otra en agosto. Ambas intervenciones quirúrgicas fueron encaminadas a corregirle el desgaste del cartílago de su cadera izquierda, una de las peores lesiones que puede sufrir un judoca.
Además, a sus 35 años y ya con un más que largo historial deportivo a sus espaldas -afortunadamente lleno de éxitos-, más de uno hubiera pensado en abandonarlo todo y colgar el kimono de forma definitiva.
Sin embargo, la casta de Esther San Miguel, su afán de superación y sus ganas enormes de poder disputar de nuevo unos Juegos Olímpicos, de momento están provocando que el objetivo que tenga en mente la burgalesa sea bien distinto. «Ahora mismo no quiero marcarme ningún plazo, pero si la recuperación va por buen camino espero poder empezar a competir en el verano del 2011. Los médicos serán los que vayan marcándome poco a poco lo que puedo hacer y lo que no, pero espero que desde mediados de año ya pueda estar sobre un tatami compitiendo en plenas condiciones».
Desde su segunda operación en agosto, y una vez que en octubre dejó de valerse con las muletas, San Miguel no hace otra cosa que mucha natación y bicicleta estática para ir cogiendo fondo físico y musculatura, y lejos está aún el momento en el que pueda hacer entrenamiento específico de judo. «Para eso tendré que esperar entre tres o cuatro meses, pero espero que pronto pase a hacer otro tipo de ejercicios en el gimnasio, con otras máquinas, encaminados a que la herida en la cadera cierre bien y no haya riesgo alguno cuando tenga que competir».
Y es que Esther San Miguel sigue viendo a lo lejos el último sueño que le restaría por cumplir. «Me gustaría llegar a la olimpiada de Londres 2012 y para ello necesito competir antes durante el próximo año y ganar los puntos suficientes para, por ranking, ganarme mi presencia en los Juegos Olímpicos. Serían los cuartos de mi carrera y llegar a ellos sería la culminación perfecta».
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